mayo 21, 2020
El Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico ha publicado el borrador del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (PNACC) 2021-2030. Se prevé su aprobación para finales de este año.
Con 81 líneas de acción en 18 ámbitos de trabajo y 27 indicadores de cumplimiento, el PNACC se conforma como la herramienta principal para coordinar la acción frente al cambio climático en España. El objetivo, la adaptación y resiliencia de nuestro país en la próxima década. Se establece para ello una hoja de ruta que permitirá mitigar los riesgos económicos, sociales y ecológicos y favorecer una ágil recuperación frente a los mismos.
Principales objetivos del PNACC para la agricultura y la ganadería
El Plan prevé estos puntos con respecto al ámbito de trabajo que incluye agricultura, ganadería, pesca y acuicultura y alimentación:
– Actualizar o ampliar el conocimiento acerca de la evaluación de riesgos e impactos del cambio climático sobre los principales tipos de cultivos, especies ganaderas y pesquerías, además del sector de la alimentación. Se incluyen así todos los elementos del sistema alimentario, que están interrelacionados. La meta, reunir este conocimiento en planes, normativas y estrategias que aplicarán a estos sectores.
– Fomentar intervenciones de adaptación a través del Plan Nacional Estratégico de la PAC post 2020, entre otras herramientas.
– Promover la adaptación de la agricultura y la ganadería a los cambios en el clima ya comprobados, además de los previstos. La idea principal es poner el foco en el ajuste de la actividad agropecuaria a los recursos hídricos disponibles y apostar también por la desalación.
– Fortalecer la adaptación al cambio climático en la Política Pesquera Común (PPC). También en los planes nacionales de gestión y recuperación, además de en el sector acuícola.
– Promover una alimentación saludable, acorde con la sostenibilidad en la producción de alimentos.
Asimismo, se pretende favorecer el desarrollo rural para mejorar el nivel de vida de los agricultores, ordenar las producciones y los mercados agrarios, optimizar las infraestructuras de distribución e incorporar criterios ambientales en la gestión de tierras y aguas. También se propone el Programa de Acción Nacional contra la Desertificación, así como la acción para evitar los riesgos de inundación existentes.
El Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático se conforma como una legislación transversal, desde la perspectiva de los distintos sectores económicos y las diferentes escalas territoriales. Se busca así, a través de medidas estructurales y físicas, una alineación con los objetivos de la UE en materia de lucha contra la crisis climática, la reducción de emisiones, el impulso de la eficiencia energética y las energías limpias, la movilidad sostenible, ciudades más saludables, una transición justa, etc.
El cambio climático, una realidad que exige cambiar la manera de producir alimentos
El aumento de las temperaturas, los cambios en el reparto de lluvias o el incremento de sequías son retos a los que debe enfrentarse el campo. En la ganadería, habrá que gestionar enfermedades infecciosas y parasitarias muy unidos al clima. Del mismo modo, la disponibilidad de recursos forrajeros condicionará la alimentación del ganado y la rentabilidad de las explotaciones. En esta línea, no hay que olvidar que proteger la biodiversidad es clave para conservar los ecosistemas y su capacidad de adaptarse a las nuevas condiciones climáticas. El sector agrícola juega en esta protección un importantísimo papel, esencial para lograr un desarrollo rural sostenible y una alimentación de calidad.
Sin duda, la agricultura y ganadería españolas son muy sensibles al cambio climático, pero también tienen una gran capacidad de adaptación.