febrero 17, 2020
Galpagro, una empresa familiar con más de 25 años de actividad agrícola, continúa trabajando en su apuesta por la innovación agrícola y las nuevas tecnologías aplicadas a la agricultura. En esta línea, su CEO, Fran Gálvez, señalaba el pasado año la importancia de la alianza entre administración, empresa y universidad. En su opinión es “una transferencia de conocimientos entre todos nunca visto. Prueba de ello son los nuevos Máster de la Universidad de Córdoba y Sevilla sobre transformación digital del sector agroalimentario”.
Innovación agrícola para lograr la sostenibilidad y resiliencia del sector olivarero
Un ejemplo de este compromiso es el liderazgo de Galprago en el proyecto “Life: Resilience: Prevention of X. fastidiosa in intensive olive & almond plantations applying productive green farming practices”. Colaboran en la iniciativa centros de investigación, universitarios y empresas de tres países distintos. El proyecto, que dispone de un presupuesto de casi 3 millones de euros, pretende encontrar soluciones sostenibles y productivas para prevenir la Xylella Fastidiosa en las plantaciones de olivar y almendro en intensivo y alta densidad.
Hasta ahora la bacteria se ha detectado en España en las Islas Baleares, junto a casos aislados en Alicante, Madrid y Almería. En Europa ha afectado, desde su detección en 2013, a más de un millón de olivos. Esto obliga al sector, a la administración y a los investigadores a permanecer alerta ante un riesgo potencial para el olivar.
En este contexto se intentará desarrollar variedades de olivar lo más resistentes posibles a esta bacteria y a otros patógenos. Todo el trabajo planteado se dirige a lograr más calidad y un sistema más resiliente, apostando siempre por la sostenibilidad medioambiental.
Aumentar el estrés hídrico mediante abonos y otro productos, la gestión eficiente del suelo, el uso de vigilancia de precisión (drones) y la monitorización de la salud del suelo son algunas de las herramientas para reducir el impacto de la actividad en el entorno. Además, los sistemas de riego se alimentarán con energía solar y eólica, y se hará un uso optimizado de fertilizantes y tratamientos fitosanitarios, complementándolo con productos biológicos.
Con su participación en Life: Resilience, Galpagro quiere evidenciar que con prácticas sostenibles y con innovación tecnológica se puede reducir tanto la huella de carbono como el consumo de agua, además de favorecer la biodiversidad y de mejorar la resistencia a plagas. Todo, sin reducir el rendimiento.
Una línea específica para la mejora genética del olivo
Así, en diciembre de 2018 Galpagro y la Universidad de Córdoba (UCO) suscribieron un convenio de 12 años de duración. El objetivo es desarrollar una línea específica dentro del programa de mejora genética del olivo. De esta manera se continuará con la evaluación de los genotipos surgidos en el proyecto Life: Resilience, con el objetivo de elegir los más adecuados a nivel agronómico y tecnológico para usarse en olivar en alta densidad. Para el proyecto, Galpagro se ha comprometido a ceder 10 hectáreas, a la vez que el grupo Ucolivo, empleará las instalaciones del Departamento de Agronomía en el Campus Universitario de Rabanales.
Galpagro es punto de recogida de SIGFITO, y fue galardonada en diciembre de 2019 por segunda vez —la primera fue en 2013— por ser el punto de que más residuos de envases ha reciclado en Andalucía.