La crisis sanitaria aumenta la exigencia de alimentos seguros y una producción sostenible

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diciembre 29, 2020

Según el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), la pandemia ha aumentado la presión global para conseguir alimentos seguros con garantías así como para establecer relaciones responsables entre la producción de alimentos y el medio ambiente. No hay duda de que salvaguardar la sanidad vegetal es clave para garantizar la seguridad alimentaria. De ahí el papel fundamental de los productos agrarios, así como de la recogida responsable y el tratamiento de los envases vacíos de estos productos para proteger el entorno.

Transparencia y digitalización para un sector más resiliente y sostenible

En un encuentro digital entre el director general del IICA y representantes de la Cámara de la Industria Aceitera de Argentina y el Centro de Agronegocios Globales de Brasil, se puso sobre la mesa los retos que plantea la crisis sanitaria desde un punto de vista logístico, normativo y comercial.

En la conversación se señaló una bajada de precios como primera consecuencia de la pandemia, seguida de cierta tendencia proteccionista. Sin duda estos posicionamientos, que ya se venían fraguando antes de la pandemia, entrañan un riesgo para la seguridad alimentaria. Es más, según un análisis de la OCDE, las restricciones a la exportación y la ruptura del comercio internacional suponen una amenaza relevante al reducir la disponibilidad de alimentos.

 

Para conseguir alimentos seguros es necesario dar prioridad a las medidas sanitarias y a las cuestiones ambientales. La digitalización del comercio y la simplificación de procesos, así como la facilitación del comercio regional y la creación de cadenas regionales de valor en esta áreas son también medidas a tomar en cuenta.

Cada vez son mayores las exigencias de transparencia y confianza en los mercados y entre los países. Por tanto, se hace necesaria una profunda revisión de los sistemas, certificaciones, fiscalizaciones y habilitaciones actuales, según indicó Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de Argentina. Sin duda, hacen falta cadenas de suministro sólidas y flexibles que se puedan adaptar a los cambios en la demanda y a las consecuencias que generan las medidas de respuesta a la pandemia.

Urge replantear el funcionamiento del sistema para adaptarse a los cambios que exige el mundo postpandemia

La actual crisis puede ser toda una oportunidad para lograr un sector agroalimentario más resiliente, eficiente y sostenible. Esta situación permite detectar las vulnerabilidades del sistema, para identificar qué cambios e inversiones son necesarias para fortalecerlo. Solo así se podrá hacer frente al desafío climático con una reducción de las emisiones del sector, la protección de la biodiversidad, una productividad que permita alimentar a una población mundial en constante crecimiento o la mejora de la capacidad de gestión de los riesgos sanitarios y fitosanitarios que puedan surgir.

 

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