febrero 25, 2020
Productores de toda España continúan con sus movilizaciones tras cinco semanas de intensas reivindicaciones, convocados por UPA, COAG y ASAJA. Los bajos precios y la incertidumbre han hecho estallar las protestas agrarias y ganaderas en todo el territorio nacional. La queja no es nueva: los precios que les pagan por sus productos convierten a la actividad agrícola y ganadera en insostenible económicamente desde hace 25 años, según UPA. Esta realidad ha unida a todos los sectores en múltiples concentraciones, manifestaciones y tractoradas.
Una crisis con múltiples causas que exigen una solución urgente
Pero las razones de esta situación son complejas y muchas de ellas estructurales, yendo mucho más allá de la rentabilidad. Circunstancias como los aranceles de EE.UU. y el veto ruso a algunos productos, los anuncios de recortes para la PAC y otras ayudas, los crecientes costes de producción, la especulación con los productos agrarios y el posicionamiento de la gran distribución ante los precios han acabado por colmar un vaso que ya estaba demasiado lleno.
Las organizaciones que convocan las protestas agrarias denuncian que, si bien los precios en origen están estancados desde hace veinte años, los costes de producción crecen exponencialmente. Además, los productores tienen una reducida capacidad de negociación frente a los grandes poderes económicos e industriales. Como paradoja, las cifras de negocio han mejorado enormemente, pero sin repercutir en los agricultores y ganaderos.
La agricultura: clave para la seguridad alimentaria y la protección del medio rural
Apoyar al sector agrícola y ganadero no solo es vital para que miles de familias puedan subsistir. Hay que tomar conciencia de que, sin su trabajo, no habría alimentos de calidad, por lo que se resentiría la salud de las personas y también la gastronomía, fundamental para el estratégico sector turístico español. Además, el medio rural moriría, reduciéndose aun mas el despoblamiento, y el entorno natural se vería gravemente perjudicado por el abandono.
La agricultura es clave para hacer frente al reto demográfico, a los problemas ambientales y territoriales. Su papel en la gestión del entorno es inestimable, puesto que reduce el riesgo de desertificación y de incendios. Asimismo, cumple una función esencial en el debate sobre la España vaciada. Por todas estas razones urgen políticas de apoyo y protección del sector agrícola y ganadero. Solo así se podrá garantizar su futuro, que es el de todos.
De momento, entre las medidas propuestas para paliar la situación que se denuncia con las protestas agrarias está la reforma de la Ley de la Cadena Alimentaria. Con ella se evitará la venta a pérdidas y se confrontará la competencia desleal, según anunció María Jesús Montero, portavoz del Gobierno. Asimismo, el Consejo de Ministros ha aprobado el martes 25 de febrero un real decreto con otras acciones urgentes.