febrero 22, 2021
Salvador Parra es Director del Instituto de Investigación y Formación Agraria (IFAPA) en La Mojonera (Almería).
Salvador es Ingeniero Agrónomo y Doctor en Ingeniería Rural. Trabaja en la Junta de Andalucía desde hace más de 13 años y es Director del Centro IFAPA en La Mojonera (Almería) desde hace seis.
La investigación para el progreso de la sociedad es fundamental, por ejemplo ha permitido el desarrollo de vacunas en un tiempo récord.
El IFAPA investiga y desarrolla soluciones innovadoras en el sector agrario y pesquero, con un programa muy intenso de actividades de transferencia y formación, dirigidas tanto a técnicos asesores como a agricultores profesionales.
¿Qué es el IFAPA? ¿Y qué papel juegan este tipo de centros?
Es el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica. Es un organismo autónomo adscrito a la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía.
Tiene implantación en todo el territorio andaluz a través de sus 19 Centros, entre ellos el Centro IFAPA La Mojonera (Almería), especializado en horticultura intensiva de invernadero.
Estos Centros juegan un papel clave, ya que su principal misión es contribuir a la modernización y mejora de la competitividad de los sectores agrario, pesquero y alimentario a través de la investigación, la innovación, el desarrollo, la transferencia de tecnología y la formación.
¿Por qué es importante su existencia?
La investigación pública a nivel mundial, entre ellas la investigación agraria, es imprescindible para afrontar los grandes retos a los que se enfrentará la humanidad en las próximas décadas.
Lo estamos comprobando justamente ahora con la situación del COVID, donde precisamente el conocimiento científico acumulado previamente, está permitiendo el desarrollo de vacunas en un tiempo récord.
La peculiaridad de los Centros IFAPA se basa en desarrollar una investigación muy aplicada cuyos resultados se trasladan rápidamente al sector agrario y pesquero a través de un programa muy intenso de actividades de transferencia y formación, dirigidas tanto a técnicos asesores como directamente a agricultores profesionales.
Háblanos sobre el proyecto Recicland. ¿Qué es? ¿Cómo surgió?
La problemática asociada a los residuos agrarios, tanto orgánicos (restos de cosecha) como inorgánicos (fundamentalmente plásticos), deriva principalmente de su estacionalidad, ya que en determinados momentos se genera una elevada producción de restos, que condiciona su recogida y almacenamiento, y como consecuencia su gestión.
La gestión de residuos supone una complicación para el agricultor de pequeñas explotaciones, debido a su heterogeneidad y a las normas específicas que regulan cada uno de ellos.
Por tanto, es necesario el desarrollo de estrategias específicas que permitan establecer procedimientos claros y sencillos para su correcta gestión, y que además permitan su valorización considerando su entrada en una bioeconomía circular.
En este contexto, se ha puesto en marcha el proyecto de transferencia de tecnología RECICLAND, acrónimo de “Actividades de demostración e información para la gestión de residuos sólidos derivados de la horticultura protegida”, a iniciativa de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía, y gestionado través del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA), con financiación FEADER.
El objetivo general de este proyecto es transferir mediante actividades formativas y demostrativas aquellas prácticas agrícolas en consonancia con la reutilización o reciclado de materiales inorgánicos y orgánicos generados en los cultivos de invernadero de ambiente Mediterráneo.
Como parte de este proyecto, hay una planta piloto de reciclaje de 7.500m². ¿Qué actividades se realizan en ella?
En este espacio se han diseñado diferentes áreas para el desarrollo de las actividades: una planta experimental de compostaje avanzado, una estación de clasificación y reducción de residuos no orgánicos, y un área de biodiversidad y reutilización de restos agrarios.
Se cuenta también con cuatro invernaderos experimentales con sistemas de monitorización de clima y suelo, que permitirán definir los resultados derivados de las prácticas de gestión.
La líneas de trabajo que se contemplan en el proyecto son varias, como la gestión y reciclado de los diferentes tipos de plásticos usados, la gestión de los residuos vegetales, bien para su valorización como productos del compostaje o para su incorporación al suelo de la propia explotación, así como la mejora del control biológico y la biodiversidad.
Es importante resaltar que este proyecto se afronta desde un punto de vista muy transversal en el Centro IFAPA La Mojonera, ya que en él se han implicado todas las Áreas de Investigación para poder aplicar todo el bagaje científico acumulado en los más de 40 años de trayectoria del Centro, especialmente en nuestras grandes líneas estratégicas como son agua, eficiencia productiva, control de plagas y enfermedades, calidad y diversificación, todo ello bajo el paraguas de la sostenibilidad y la economía circular.
¿Por qué son importantes las actividades de transferencia de Recicland? ¿Y a quién van dirigidas?
Las actividades de transferencia son esenciales no sólo en el proyecto RECICLAND, sino en cualquier proyecto de investigación que se desarrolla en IFAPA.
Significan el nexo de unión entre el conocimiento científico y su implantación directa en el sector. En un proyecto como RECICLAND se intenta ir un paso más allá e implicar también a todas aquellas empresas e instituciones que ya están poniendo en marcha buenas prácticas de gestión de residuos agrarios, precisamente para reducir esa brecha que a veces se produce entre el agricultor, como receptor de servicios, y las empresas prestatarias.
Por tanto, nuestras actividades de transferencia se dirigen a agricultores, técnicos asesores de los diferentes sectores de la industria auxiliar de la agricultura, gestores y responsables de empresas públicas y privadas.