El control de plagas y el tratamiento de la patología de las plantas es una de las tareas clave para proteger la sanidad vegetal y garantizar la competitividad del campo. Para todo ello es necesario aplicar productos fitosanitarios, cuyos envases deben ser recogidos de forma correcta y tratados medioambientalmente. Así, el sistema de SIGFITO facilita a envasadores, distribuidores y agricultores cumplir con la normativa de residuos de envases, colaborando en la protección del medio ambiente e impulsando el desarrollo sostenible en la agricultura española.
Proteger la salud de las plantas para cuidar a las personas y el planeta
Con la declaración por la FAO del 2020 como año internacional de la sanidad vegetal, se pretende aumentar la concienciación sobre la necesidad de proteger la salud de las plantas, puesto que son imprescindibles para erradicar el hambre, reducir la pobreza, proteger el medio ambiente e impulsar el desarrollo económico. Así, se puede afirmar que la sanidad vegetal es una herramienta esencial para que la agricultura permita lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), puesto que resulta clave para obtener productos agrícolas seguros, saludables y de calidad.
El 80% de nuestra alimentación proviene de las plantas, que también generan hasta el 98% del oxígeno que respiramos. A pesar de su protagonismo en nuestra vida y la del planeta, se ven amenazadas cada vez con más frecuencia por plagas y enfermedades. Estos peligros no siguen parámetros estables, por lo que solo se pueden limitar con el empleo de productos fitosanitarios y con una clara apuesta por la innovación y el I+D+i.
De esta manera, el sector fitosanitario se erige como clave para ayudar a los agricultores a proteger sus cultivos. Lo hace a través de la investigación, el desarrollo, la homologación y la comercialización de productos. Así, se detectan amenazas a la salud de las cosechas y se ofrecen soluciones concretas para eliminar una enfermedad, plaga o mala hierba que ponga en peligro la productividad y la competitividad agrícola. Su tarea también es garantizar a los consumidores que los principios activos que se utilizan en la agricultura son seguros y que los alimentos resultantes son aptos para el consumo humano, además de cumplir con la calidad exigida.
La importancia del reciclaje de los envases para el medio ambiente
La correcta gestión de los residuos agrarios que genera el uso de estos productos es vital para el medio ambiente. Saber cómo reciclar los envases agrarios es necesario para facilitar su proceso de recogida y tratamiento. Para ello, los agricultores deben aplicar la técnica del triple lavado o triple enjuage antes de depositar los envases en los puntos de recogida de Sigfito.
Esta técnica permite aprovechar al 100% el contenido en los envases. Además, asegura que el manejo de los mismos no tiene ningún riesgo para la salud de las personas. Por otro lado, minimiza el riesgo para el entorno.
El proceso es sencillo, y se recomienda que se realice inmediatamente después del vaciado del envase para envase, para evitar que el producto se adhiera al mismo. Estos son los pasos del triple lavado:
1. Se vacía el envase por completo y se le introduce un cuarto de su volumen de agua limpia. Se agita durante medio minuto aproximadamente, con la tapa hacia arriba.
2. Se vuelve a llenar el envase con la misma cantidad de agua y se repite el agitado, pero en esta ocasión con la tapa hacia abajo.
3.- Se vacía y se llena de nuevo con agua limpia para agitar el envase hacia los lados durante 30 segundos.
Para finalizar, se escurre durante medio minuto el envase. Hecho esto, los envases ya están listos para su depósito en alguno de los puntos SIGFITO repartidos por la geografía española. Muy importante, el agricultor debe pedir un albarán cada vez que lleve los envases al punto de recogida para justificar su cumplimiento con la ley.