La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible señala 17 objetivos globales con los que se comprometen los estados miembros de la ONU. La meta, erradicar la pobreza, proteger el medio ambiente y trabajar por la prosperidad para todas las personas. La agenda, aprobada el 25 de septiembre de 2015, contempla metas específicas a alcanzar en los siguientes 15 años con el compromiso de las administraciones, del sector privado y de la sociedad civil.
Este es el contexto en el que el Foro Acción Rural (FAR) quiere trabajar en los ODS en el ámbito rural. La plataforma está integrada por asociaciones y ONG de ámbito estatal e independientes de la Administración, que tienen en común el trabajo a favor del desarrollo rural sostenible. Entre sus objetivos están la mejora de la calidad de vida en el mundo rural para luchar contra la despoblación, la visibilización de las necesidades y oportunidades del medio rural y la dignificación de la labor de sus profesionales.
Para ello, ha presentado el informe “La Agenda 2030 y los ODS en el medio rural», con 65 propuestas para lograr los ODS en el medio rural. Así, han priorizado 12 de los 17 ODS y 24 de sus 169 metas, poniendo sobre la mesa 65 propuestas. Entre ellas destacan dos:
– La creación de un Consejo del Medio Rural. Se propone como un órgano consultivo de participación y debate social en torno al desarrollo rural.
– La reactivación de la Ley de Desarrollo Sostenible del Medio Rural. Se plantea desde el punto de vista de la transversalidad de esta ley a todos los ODS y al propio medio rural. La clave es impulsar la actividad agraria sostenible, fomentar la diversificación económica y facilitar servicios como centros educativos y de salud, medios de transporte y banda ancha a los pueblos.
Una llamada a la acción rural y una hoja de ruta para el futuro
Desde FAR se señala que la pandemia ha puesto el foco en los pueblos y que ahora, más que nunca, hay que poner el punto de mira en las claves de un futuro mejor. Pasan, según el Foro, por por estos puntos:
– El apoyo a los jóvenes.
– La diversificación de la actividad económica rural.
– La gestión forestal y la agricultura y ganadería familiar sostenible y ecológica como sectores fundamentales.
– El fomento de la igualdad.
– Un aprovechamiento respetuoso de los recursos naturales.
Para lograrlo es necesario el compromiso activo de las instituciones, acordando leyes que potencien la innovación, la inclusividad y un desarrollo rural sostenible. Todo, a través de la co-gobernanza y la participación de los distintos actores rurales.