La sanidad vegetal, pilar fundamental en la producción agrícola, protege los cultivos contra los daños producidos por plagas y enfermedades. Por ello, es una rama que está en constante innovación para mejorar los tratamientos agrarios. Un ejemplo, es la empresa almeriense Biorizon Biotech, que desarrolla y comercializa productos fitosanitarios para su uso en la agricultura y que además pertenece a la red de empresas adheridas a SIGFITO.
Innovación para el desarrollo sostenible del sector
Biorizon introduce algas, microalgas, bacterias y cianobacterias en sus productos fitosanitarios, fertilizantes y nutricionales para su uso en los cultivos agrícolas. Estos microorganismos aportan al terreno nutrientes esenciales como proteínas, aminoácidos, antioxidantes y ácidos grasos.
La aplicación de microalgas en el sector agroalimentario requiere de estudios e investigación, pero su utilización podría traer múltiples beneficios ya que «son capaces de depurar aguas residuales, tratar los purines de las granjas y ayudar a capturar dióxido de carbono. Por cada kilogramo de biomasa producido y añadido a nuestros productos, capturamos en el proceso 2 kilogramos de CO₂», explica David Iglesias, director general.
De forma paralela y para reforzar su compromiso con el medio ambiente, Biorizon es una de las empresas adheridas a SIGFITO y gracias a su esfuerzo y colaboración, lograron un ahorro de 6.782 kg de CO₂ en el año 2020 gracias al reciclaje de sus envases agrarios y por ello cuentan con el Certificado que SIGFITO les manda anualmente para que conozcan cuál es su aportación al sistema.