diciembre 20, 2022
El campo necesitaba agua de forma imperiosa y las precipitaciones de estos últimos días han ayudado, aunque se necesitarán más lluvias para que la campaña en cultivos tan importantes como el del olivo tenga un buen año.
Según Feragua, las lluvias han sido suficientes para “saturar el suelo seco”, pero no para llenar los embalses. Pedro Parias, presidente de la Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía, declaró a Europa Press que las lluvias, aunque bienvenidas, eran “absolutamente necesarias”.
Eso sí, Parias ha precisado que los embalses deben recibir agua importante debido a que las precipitaciones en Córdoba, Jaén y Granada deben ser mayores, además de que el cauce principal del Guadalquivir “no ha aumentado sus caudales porque la tierra ha tragado prácticamente toda la lluvia”.
Una campaña complicada para el olivar
Las organizaciones agrarias Asaja, UPA, y COAG coindían estos días en que el olivar se beneficiará de las lluvias que cayeron en la provincia de Jaén, pero advirtieron de que es necesario que continúen ya que el estrés hídrico del olivar de regadío exige una mayor cantidad de precipitaciones para garantizar una próxima campaña normalizada.
Eso sí, todas las voces del sector coinciden en que las lluvias no son lo suficientemente importantes como para poder preparar la cosecha del próximo año, sobre todo en las zonas de regadío, donde los olivos corren riesgo de deshidratación por la llegada del invierno antes de lo habitual, ya que se necesitan 100 litros de agua por metro cuadrado para garantizar la cosecha.
Hacía año y medio, desde la primavera de 2021, que no llovía tanta cantidad y tantos días seguidos en la mayor parte de España. Las de ahora están siendo unas precipitaciones persistentes, abundantes y, la mejor noticia, muy eficientes, gracias al río atmosférico que canaliza la borrasca Efraín. Sin embargo, se estima que debería seguir lloviendo al menos 15 días a este ritmo sin cesar para llegar al nivel de los embalses en los últimos años a estas alturas.